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Durante la tarde del miércoles hubo gran preocupación por la salud de Jorge Lanata, quien sufrió una isquemia intestinal y fue operado de urgencia en el Hospital Italiano, donde se encuentra internado.
La operación duró poco más de dos horas. Los médicos, poco después de las 16, le explicaban la situación a las hijas y a su esposa. Distintas fuentes consultadas por Clarín aseguran que la operación salió bien.
La intervención de urgencia se decidió al mediodía, después de que los médicos hallaran una obstrucción intestinal, que luego se confirmó como falta de irrigación y aparente principio de necrosis.
La operación se hizo de manera laparoscópica con el objetivo de desobstruir el pasaje de la sangre al aparato digestivo. El procedimiento era delicado por el cuadro de salud general del periodista.
Lanata volvió el fin de semana al Hospital Italiano y este miércoles que operado.Foto: Fernando de la Orden Según trascendió, le sacaron una parte del intestino y se programa una nueva operación, aunque menor, para las próximas 48 horas.
Como rige un fallo judicial para que la hija mayor de Lanata participe junto a la esposa de las decisiones sobre la salud de su padre, Bárbara pudo estar presente en todo momento y saludar al periodista antes de la intervención.
Lola, hija de Jorge Lanata, en el Italiano. Foto Marcelo Carroll A las cuatro de la tarde, mientras afuera del Italiano había un verdadero batallón de periodistas haciendo guardia esperando las noticias, en el interior los médicos explicaron a Lola, la otra hija, y a Bárbara, los detalles del procedimiento.
Elba Marcovecchio estuvo también presente.
El contacto con la prensa
Al mediodía, Marcovecchio salió a la vereda del Italiano y un cronista de televisión le preguntó cómo estaba Lanata. Ella dijo «Jorge está mejor». Enseguida le dedicó unos segundos a la disputa judicial que mantiene con las hijas del conductor.
Ni una palabra de la operación. Se especulaba con que la esposa de Lanata, a esa hora, no estaba al tanto de lo que pasaba.
Elba Marcovecchio saliendo del hospital italiano luego de la operación de Jorge Lanata. Foto: Marcelo Carroll La guardia periodística en la puerta del sanatorio no alteró la rutina de la tarde. Se podía, pese a la presencia de cámaras y micrófonos, circular con normalidad, aunque adentro la vigilancia era estricta.
«Tengo a mi papá internado en el mismo piso donde viene estando Lanata. La otra vez estaba lleno de custodios, todo vigilado, me costó entrar…», comentó a Clarín Gustavo, familiar de un hombre de 93 años que está en una sala común.
Lanata lleva 117 días internado. Lo deslizó la misma Elba antes de responder que la pelea judicial con las hijas era «feroz».
En la entrada la gente preguntaba sabiendo todo: «¿Cómo está el Gordo?». O, «¿ya terminaron de operarlo? Escuché -decía una mujer- que la operación iba a durar cuatro horas».
Guste o no guste, irrite o no, Lanata está ahí, muy presente en el rumor de todos los días. Al menos es la sensación en la puerta del sanatorio.
«Odioso», «encantador», «un aplomo imperturbable». Opiniones que iban apareciendo junto a la curiosidad de la gente que pasaba por su estado de salud.
Más tarde, Marcovecchio volvió a hablar con la prensa. «Jorge salió de la operación y es fuerte, es un gladiador», aseguró la abogada sobre su esposo, de 64 años.
Y ratificó que junto a ella en el hospital estuvieron las hijas del periodista, Lola y Bárbara Lanata.
«Ahora hay que esperar… Me perdí un poco porque yo estoy desde la mañana muy temprano, no sé cuánto duró (la operación)…», dijo Elba, y agregó que los médicos le dieron tranquilidad.
A la consulta de si Lanata debería volver a ser operado el día de mañana, contestó: «Eso puede ser, es una alternativa. Eso mejor dejémoslo a los médicos. Está en el mejor hospital del país, está en las mejores manos, con los mejores médicos del país».
El anterior parte médico
El lunes por la tarde, su esposa Elba Marcovecchio había compartido el primer parte médico que emitió el Hospital Italiano desde que el periodista volvió a internarse ahí el sábado por un cuadro febril y de retención urinaria.
Firmado por los doctores Susana Bauque y Sergio Glannasi, el comunicado oficial indicaba que se encontraba «internado en la Unidad de Terapia Intensiva» por un cuadro infeccioso. En la jornada del lunes el periodista tenía una condición hemodinámica estable, con un bajo requerimiento de medicamento vasopresor.
Jorge Lanata, operado de urgencia. Foto: Mario QuinterosEn el parte médico puntualizaban de una «evolución con un leve deterioro en la función renal». Sin embargo, continuaba en sala de terapia intensiva. El conductor se encontraba internado en el 4to piso cuando sufrió la descompensación. Y, según confirmaron, se cerró todo el piso.
En las últimas semanas, el conductor de PPT tuvo varios vaivenes entre el Hospital Italiano y la Clínica Santa Catalina, donde había iniciado un tratamiento de rehabilitación neurológica. Un tratamiento que volvió a suspenderse el sábado por complicaciones en su cuadro de salud: levantó fiebre en las últimas horas del viernes y se produjo una complicación urinaria.
Así, este sábado y por tercera vez, Lanata debió ser internado en ese centro médico porteño desde el 14 de junio, cuando sufrió una descompensación en el momento en que estaba por realizarse un chequeo médico.